La creación de ambientes de
aprendizaje en la escuela
Este documento narra
la óptica y modos de enseñanza, que se enseñaba y para que en los tiempos remotos,
así como las exigencias globalizadas han incrementado con el fin de tener un
espacio provechoso. Por lo que es importante enfocarse en método, como el
que lo que se evalúa, que va de la mano
en la manera que en la que se enseña, pues con este aspecto desemboca el
lenguaje, que es un punto sumamente importante, ya que un buen docente enfocara
su atención en el alumno, le dará la razón y lo escuchara, lo que a su vez
ayudara a tener en cuenta, en el aspecto meramente profesional y académico el
punto científico del mismo, ayudará a ver el diagnostico del aluno, será la
herramienta que usara como vehículo de lo que está enseñando.
Tal cómo se
discute en la primera parte de este libro, los ambientes centrados en el
conocimiento también incluyen un énfasis sobre la construcción de sentido,
ayudando los estudiantes a transformarse
en meta conocedores que esperan que la nueva información tenga sentido y que preguntan
para aclarar cuando no lo tiene.
Hay
nuevos métodos interesantes para el desarrollo del currículo que apoyan al
aprendizaje con comprensión y que impulsan la construcción de sentido. Una de
ellas es la formalización progresiva, que comienza con las ideas informales que
los estudiantes llevan a la escuela y gradualmente los ayuda a observar cómo
estas ideas pueden ser trasformadas y formalizadas.
Las
unidades de enseñanza impulsan al estudiante a construir, sobre sus ideas
informales, de modo gradual y estructurado, de tal manera que adquieran los
conceptos y procedimientos de una disciplina que se centra en la formalización
progresiva, generan muchas preguntas acerca de qué es adecuado enseñar según las
etapas de desarrollo en distintas edades. Tales preguntas representan otro
ejemplo de sobre posición entre las perspectivas centradas en el que aprende y
las centradas en el conocimiento. Los puntos de vista más antiguos en el
sentido de que los niños pequeños son incapaces de un razonamiento complejo,
han sido reemplazados por evidencias de que los niños son capaces de lograr
niveles sofisticados de pensamiento y de razonamiento cuando tienen el
conocimiento necesario para apoyar estas actividades.
Los
intentos por crear ambientes centrados en el conocimiento también implican
preguntas importantes acerca de cómo impulsar el desarrollo de la comprensión
integrada de una disciplina. Muchos modelos de diseño curricular parecen
producir conocimientos y habilidades que están desconectados entre sí, más que
organizados en sistemas coherentes. El National Research Council indica que “para los Romanos, un curriculum era un itinerario definido
que guiaba el camino de carros de dos ruedas”. Esta metáfora del camino
predefinido es una descripción apropiada del currículo de muchas materias
escolares.
La
formalización progresiva del marco de trabajo discutido arriba es consistente con
esta metáfora. El conocimiento de dónde está uno ubicado dentro de un paisaje
requiere una red de conexiones que vinculan la localización presente con un
espacio más amplio.
El
currículo tradicional a menudo no ayuda a los estudiantes a que aprendan a
transitar por la disciplina. El currículo incluye la visión y los cuadros
secuenciales que especifican los objetivos de procedimiento que deben dominar
los estudiantes en cada grado: si bien un objetivo individual puede ser
razonable, no es visto como parte de una red más amplia. Y la red es
importante; ese es el tipo de conocimiento que caracteriza a los expertos. El
acento sobre partes aisladas quizá entrene a los estudiantes en una serie de rutinas
sin educarlos para entender un cuadro completo que les asegure el desarrollo de
estructuras integradas de conocimiento y les brinde información acerca de las
condiciones para su aplicación. Es importante distinguir entre dos usos
fundamentales de la evaluación. El primero, la evaluación formativa involucra
el uso de la evaluación (frecuentemente administrada en el contexto del salón)
como fuente de retroalimentación para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. El
segundo, evaluación aditiva, mide lo que los estudiantes han aprendido al final
de un grupo de actividades de aprendizaje. Entre los ejemplos de evaluaciones formativas
se incluyen los comentarios de los maestros sobre el avance del trabajo, como
escritos o preparaciones para las presentaciones.
Las
oportunidades para la retroalimentación deben darse continuamente pero sin
invadir, como parte de la instrucción. Los maestros efectivos intentan
permanentemente aprender acerca del pensamiento y la comprensión de sus
estudiantes. Realizan gran cantidad de monitoreas del desempeño del grupo y de
los individuos e intentan evaluar las capacidades de los estudiantes para hacer
ligas entre sus actividades actuales con otras partes del currículo y sus
vidas. La retroalimentación que dan a los estudiantes es formal o informal. Los
maestros efectivos también ayudan a los estudiantes a construir habilidades
para la autoevaluación y éstos aprenden a evaluar su propio trabajo, así como
el de sus compañeros, de manera que todos se ayuden a aprender más
eficientemente.
El
reto de instrumentar buenas prácticas de evaluación involucra la necesidad de
cambiar muchos modelos de los maestros, padres y estudiantes respecto a lo que
es el aprendizaje efectivo. Muchas evaluaciones desarrolladas por los maestros
enfatizan sobre todo la memorización de procedimientos y hechos. Además, muchos exámenes estandarizados sobre enfatizan la
memorización de hechos y procedimientos aislados, y con frecuencia los maestros
son juzgados a partir de qué tan buenas calificaciones obtuvieron sus alumnos
en dichos exámenes. Un maestro de matemáticas producía consistentemente
estudiantes que alcanzaban altas calificaciones en los exámenes estatales
debido a que les ayudaba a memorizar una cantidad de procedimientos matemáticos
que solían aparecer en los exámenes, pero en realidad los estudiantes no
entendían realmente lo que estaban haciendo y, a menudo, no podían contestar
preguntas que requerían una comprensión de las matemáticas.
Las
evaluaciones diseñadas adecuadamente ayudan a los maestros a darse cuenta de la
necesidad de volver a pensar en las prácticas de enseñanza. En cuanto a nueva concepción
de evaluación algunos maestros se incomodan, pero no se debe dejar de lado el
aspecto tecnológico, pues un maestro debe saber más que el alumno y debe echar
mano de todos los recursos que agilicen su quehacer educativo.
En
un extremo están las tareas ricas en conocimiento, las cuales requieren entendimiento
profundo de una materia para ser llevadas a cabo. En el otro extremo están las
tareas que no son dependientes del conocimiento previo o no están relacionadas
con la experiencia; más bien el desempeño depende de la información dada al
momento de la evaluación.
Las
tareas que requieren habilidades están conceptualizadas como una línea
continua entre las habilidades delimitadas y las abiertas De un
modo más amplio, la contienda entre los estudiantes para obtener la atención
del maestro, lograr su aprobación y ser reconocidos por sus calificaciones son
elementos de motivación utilizados rutinariamente en las escuelas de Estados
Unidos. En algunos ámbitos, competir puede crear situaciones que impiden el
aprendizaje; esto es especialmente cierto si la rivalidad individual es
contraria a la ética de la comunidad en donde los individuos contribuyen con
sus fortalezas a la colectividad.
Un
análisis de los ambientes de aprendizaje desde la perspectiva de la comunidad también debe interesarse por las conexiones entre
el ambiente escolar y la comunidad más amplia, incluyendo hogares, centros comunitarios,
así lo advirtió hace mucho tiempo John Dewey (1916). Un ambiente clave para el
aprendizaje es la familia. Aun cuando los miembros de la familia no se enfoquen
de manera consciente en papeles de instrucción, proporcionan recursos,
actividades y conexiones con la comunidad que influyen en el aprendizaje.
Los
ambientes de aprendizaje orientados al que aprende son consistentes con un
sólido conjunto de evidencias que sugieren que los que aprenden usan su
conocimiento actual para construir conocimiento nuevo, y lo que saben y creen
en el momento afecta su manera de interpretar la nueva información. Algunas
veces el conocimiento actual de quien aprende apoya el nuevo aprendizaje otras
veces lo bloquea: la instrucción efectiva comienza con aquello que quienes
aprenden llevan al ambiente de aprendizaje, esto incluye prácticas culturales y
creencias, así como conocimientos de contenido académico.
La
cuarta perspectiva sobre los ambientes de aprendizaje involucra el grado en el
cual se promueve un sentido de comunidad. Idealmente, los estudiantes, maestros
y otros participantes interesados comparten normas que valoran el aprendizaje y
los estándares altos, las cuales incrementan las oportunidades de la gente para
interactuar, recibir retroalimentación y aprender. Existen varios aspectos al
considerar una comunidad; es decir, el salón de clases, la escuela y las
conexiones entre ésta y la comunidad más amplia, incluyendo los hogares.
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